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jueves, 10 de mayo de 2012

Cuando el Miedo de volverse a Enamorar es más FUERTE que el Temor a Seguir en Soledad

Quienes somos psicoterapeutas tenemos una amplia experiencia en recibir en nuestra consulta a personas que por un motivo u otro en su relación de pareja, han vivido o viven dificultades que les llevan a sufrir, y éstas situaciones en muchos casos desencadenan situaciones por las cuales se sienten sobrepasados, superados, y por ello acuden a ayuda profesional, ya sea para poder “ver” esa realidad que se les presenta caótica, confusa, que les supera, y que les lleva a sufrir, por mucho cuando toman en cuenta que “no saben qué hacer” no “saben qué camino tomar” o porque su “pareja” ha decidido romper y esto se les ha presentado en su vida como una situación, en muchos casos inesperada, aunque hubiera habido situaciones que les mostraban una crisis, o una insatisfacción, o un desencuentro dentro de la relación, la toma de la determinación de su partenaire, les supera, les angustia, les sume en muchos casos en la desesperación, y por ello buscan la ayuda profesional para “poder” de alguna manera “volver a tomar la vida por el timón”.

Éstas situaciones, ésta vivencia, ésta experiencia, MARCA de distintas formas a las personas, hay quienes hacen una psicoterapia de “apoyo” o más profunda aún, “elaboran el duelo de la pareja escindida, perdida” y continúan con su vida, incorporando ésta vivencia de su “fracaso en la relación” como una situación que fue vivida, que puede tomar de ella la experiencia, y el aprendizaje por el que toda relación pasa y deja en quien quiere “crecer” con ese desencuentro, para que en la próxima oportunidad de su vida, cuando nuevamente elija a ese otro compañero, esa otra compañera, pueda hacerlo desde un aprendizaje y desde una experiencia incorporada que le llevará a no “volver a repetir la historia” tanto desde el punto de la elección, como desde el considerar el modo en que puso su vivencia para el desarrollo de la relación de pareja que se truncó.

Ocurre siempre que quienes pasan por una desavenencia amorosa, quienes sienten que se frustran luego de una relación que se rompió, sufren y mucho por esto; no sólo al romperse la misma, sino durante todo ese proceso previo, y más aún, hay quienes sus inseguridades, sus celos, el modo en que se desarrolla la relación, lo que cada uno aporta a la misma, hace sufrir, le hace sufrir a uno o a ambos miembros, luego de la cual, y al finalizar ésta, ya sea porque no se “elaboró el duelo”, ya sea porque no se “aprendió” de esa experiencia, porque la persona no supo o no pudo y tampoco buscó ayuda profesional, y por ello se ha “estancado” en su interior, en su subjetividad, y ha “incorporado” para sí el concepto consciente e inconsciente de que ese sufrimiento previo, no desea, no quiere, no puede “volverlo a experimentar”, como si fuera posible “volver a vivir la historia”, “volver a hacer presente algo que ya fue” y sin embargo han incorporado tanto dolor, asocian dolor con relación, con pareja, con VOLVERSE A ENAMORAR!

Y al hacerlo, al TEMER volver a enamorarse, a instaurar una nueva relación, con otra persona distinta, diferente, se va “boicoteando” por la vida, y siempre encuentra “motivos”, “excusas”, “formas”, “modos”, “maneras” de “VER” a ese otro posible candidato, candidata a ser su nueva “pareja” o “relación”, y proyectan sobre ésta todos sus miedos, sus temores, dándoles visos certeros de que si comienzan una nueva relación, todo lo anterior que se dio con esa persona de su historia previa, se volverá a producir, se volverá a dar y con ello nuevamente el sufrimiento, por el que de ninguna manera quiere volver a transitar.

PERO hay algo de cierto, algo de sabio en lo que se teme; porque cuando en una pareja se dan determinados modos y formas que no son equilibrados, que no son maduros, son ambos miembros que ponen lo que de sí tienen para aportar, no es uno sólo de los miembros, sino ambos; porque es desde el comienzo de la relación, desde el instante mismo de la más primigenia “elección” que hiciera cada uno de los miembros de la pareja, fue hecha esa elección en base a su más profundo y subjetivo modo de ser.

Lic. Cristina Heinzmann. 
Psicóloga Clínica - Hipnólogo Clínico - Psicoterapeuta 
DIRECTORA Centro Psicológico Compartir
CREADORA MétodoHeinzmann de HIPNOSIS Terapéutica
http://www.centrocompartir.org/

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